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Espionaje

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Vladimiro Montesinos fue la mano derecha de Alberto Fujimori, presidente del Perú entre 1990 y 2000. Una década completa. La década ganada para Perú, porque solo después de esos años miserables abrió los ojos. Una década para enterarse de que era gobernado por una especie de mafia y el mafioso mayor fue Vladimiro Montesinos, la mano derecha de Fujimori.

Montesinos siguió la carrera militar y llegó al grado de capitán del ejército. Estudio Derecho y se especializó en defender a algunos de los más famosos narcotraficantes peruanos y colombianos a los que después traicionó con sus contactos de la CIA y otros servicios de inteligencia.

1990 marcó su vida. Fujimori llegó al poder y lo nombró como su principal asesor en materia de seguridad del Estado: el encargado del Servicio de Inteligencia Nacional, volcado por entonces en combatir la guerrilla maoísta de Sendero Luminoso.

Fue el pretexto para que se hiciera con el control absoluto de las instituciones del Estado, con el beneplácito de las Fuerzas Armadas. Desde entonces su fortuna habría alcanzado los $1.000 millones por las comisiones por venta de armas, narcotráfico y favores políticos.

Todo gracias a una red de información que permitió al gobierno de Fujimori infiltrarse en Sendero Luminoso y derrotarlo, pero también espiar la vida privada de políticos, empresarios, militares y periodistas. El poder en la sombra del Perú.

En 2000 se difundió un vídeo en el que se veía a Montesinos entregando dinero al diputado de la oposición Alberto Kouri en la sede del Servicio de Inteligencia Nacional. El soborno desató un gran escándalo político y forzó a Fujimori a renunciar a la presidencia, convocar elecciones y desactivar su Servicio de inteligencia, que era el de Montesinos.

En Ecuador, sin Sendero Luminoso de por medio, solo con perseguidos políticos, se acaba de descubrir que alguien cooperó para montar una cámara y espiar el despacho presidencial del sucesor del ex. ¿Quién?

Saber quién dependerá de la seguridad presidencial y de las mismas Fuerzas Armadas a las que el anterior gobierno tanto despreció.

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