Y de pronto se descubre que son 300 los barcos chinos que se pasean impunemente por las aguas territoriales ecuatorianas en las islas Galápagos. Unos 300 barcos a la caza de los más rico del ecosistema de las islas. La alerta empezó con la detención de un barco carguero chino con 300 toneladas de fauna marina en sus bodegas, incluidas especies en peligro de extinción.
El director del Parque Nacional Galápagos, Walter Bustos, alertó luego sobre la presencia de barcos pesqueros de bandera china en las inmediaciones de la Zona Económica Exclusiva de Ecuador, de 200 millas marinas de extensión, y la Cancillería presentó una queja formal a la Embajada china tras la detención del barco con pesca de “especies vulnerables y protegidas, altamente migratorias en la Reserva Marina Galápagos”.
En el barco capturado fueron hallados restos del tiburón martillo, incluido en la Lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
¿Desde cuándo esos barcos chinos se pasean por las islas Galápagos de forma tan campante? ¿Es verdad que esos barcos se abastecen de combustible en Ecuador? Muchas preguntas quedan en el ambiente y al gobierno le corresponderá aclararlas. En la anterior administración, el país prácticamente hipotecó su futuro petrolero con China, pero eso no puede significar que haya hipotecado el futuro de una de las zonas más ricas del planeta. Ese patrimonio es del mundo.