La transición de gobierno marca para el Ecuador un punto de inflexión y a la vez un cambio de estilo. Entonces comienzan a surgir recomendaciones sobre cómo enfrentar la crisis. ¿Pero es posible cambiar el país con recetas mágicas?
Durante 10 años el gobierno de Rafael Correa vendió el cuento de la matriz productiva, aseguró que la nación marchaba por la senda del desarrollo y que el Ecuador iba a convertirse en una potencia mundial.
El gobierno era el ente que regulaba, dirigía y producía bienes y servicios que llevarían al país hacia el objetivo final, ¿los efectos? En la estructura de las exportaciones de los años 90 del siglo anterior destacan la producción de flores, cacao, café y banano, con un 36%. El petróleo solo representaba el 28% de las ventas y los productos varios un 20%.
Esto significa que el 91% correspondía a bienes primarios y el 9% restante eran de bienes y servicios. Un cuarto de siglo después, el petróleo se convirtió en el producto de exportación más importante en detrimento de los otros bienes.
De acuerdo a las señales dadas por el presidente Lenín Moreno, parece que ahora no tendremos un gobierno que dirija todo el sistema de producción, sino que vamos a hacer todo lo contrario. Típico de Latinoamérica: de un extremo al otro.
¿Cuán conveniente es un cambio radical? Pongamos a México como ejemplo: hacia 1990 esta nación tenía una alta dependencia del petróleo y un cierto nivel de producción de valor agregado. Las exportaciones eran un 47% bienes primarios, 57% bienes industriales y servicios. En 2015 este país opera un cambio en la matriz productiva.
El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta) generó este cambio, no fue gracias el gobierno rector de la actividad económica sino el libre mercado. Pero la estrategia mexicana no fue la solución a todos los problemas. Los efectos no contemplados de esta política fueron el aumento de la violencia por el tráfico de drogas, el incremento de la desigualdad y la migración hacia los Estados Unidos.
Si bien el Tratado favoreció la manufactura con la apertura de un gigantesco mercado como el de Estados Unidos, por otro lado castigó fuertemente los productos agrícolas mexicanos ya que el gobierno norteamericano otorga grandes subsidios a la agricultura, especialmente a la producción de maíz que terminó siendo importado por México. Esto colocó en situación de desempleo a 7 millones de mexicanos.
La economía no es lineal, es circular, endógena. La Teoría del Segundo Mejor, escrita por Richard Lipsey y Kelvin Lancaster, explicó que las cosas son más difíciles en un sistema económico con tres o más problemas de distorsión y la decisión debe enfocarse en solucionar uno o más líos. Entonces, lo más probable, en lo que respecta al bienestar de las personas, es que obtenga un resultado negativo.
Por tanto, o se resuelven todos los problemas o no se resuelve ninguno, porque los restantes pueden exacerbarse o empeorar las cosas. En Ecuador la economía se ha convertido en una religión mas no en una ciencia. Esto es difícil de entender porque siempre los gobiernos requieren soluciones mágicas, pero un problema no se resuelve con pociones milagrosas. La repuesta de la economía siempre será “depende”. En otras palabras, dependiendo de la situación.