Los familiares de los pasajeros de la cooperativa La Maná que se accidentó en la vía Aloag-Santo Domingo llegaron a la morgue para tratar de reconocer a los suyos. La mayoría no pudo por el estado de calcinación.La Agencia Nacional de Tránsito ya suspendió totalmente y de forma indefinida el permiso de operación. Veintiséis fue la cifra inicial de heridos del accidente. Luego, el ministro del Interior, César Navas, señaló que eran 30.
Familiares no tenían la certeza de cómo se produjo la pérdida de pista, volcamiento y posterior incendio de la unidad. Unos hablaban de velocidad excesiva, otros de sobrecarga de pasajeros, de que un carro fantasma provocó todo, o de que se les fueron los frenos. En lo que coincidían es que una chispa por la fricción del bus generó llamas en la bomba de combustible.
Paco Herique, médico legista de la Policía Judicial de Pichincha, señaló a El Universo que doce cuerpos estaban “totalmente calcinados” y era complicado identificarlos físicamente. Indicó que era necesario llevar los restos a Medicina Legal en Quito para realizarles exámenes que definan el perfil genético (ADN).
Dos semanas podría demorar el proceso, apuntó Herique, pues se debía contar con muestras genéticas de quienes creyeran ser familiares de los fallecidos.
Luego de asegurar que la cooperativa La Maná buscará la manera de ayudar a los heridos y a los familiares de los fallecidos en el accidente, Justo Pincay, presidente de esta empresa de transporte interprovincial, aclaró que esta es la primera vez en 39 años de vida institucional que enfrentan una tragedia de esta magnitud.
Aunque las autoridades de tránsito buscan definir si la unidad accidentada, que salió a las 20:15 del terminal Quitumbe, al sur de Quito, mantenía vigentes todos los permisos de circulación, Pincay señaló que hace poco el bus siniestrado pasó la evaluación técnica que exige la ley y salió de la terminal con la capacidad total de pasajeros: 45, más el conductor y ayudante.
que