La casa de moda Louis Vuitton fue llamada a actuar con responsabilidad, después de que una modelo de ese país asegurase en su cuenta de Instagram que fue despedida de un desfile por estar “gorda” pese a usar la talla 34. Según El País, Ulrikke Høyer, modelo de 21 años, denunció el mes pasado en su cuenta de Instagram que la firma francesa impidió que participara en un desfile en Japón tras haberla aceptado inicialmente. Una de las responsables del proceso de selección le habría ordenado beber solo agua durante 24 horas.
La ministra de Sanidad danesa, Ellen Trane Nørby, envió una carta a Louis Vuitton para pedir a la firma francesa que se sume a las reglas éticas asumidas por la industria de la moda danesa, un proyecto piloto en el país impulsado hace unos meses que incluye controles de salud a las modelos.
En Francia, las modelos demasiado delgadas deben presentar un certificado médico y en Reino Unido el año pasado prohibieron un anuncio de Gucci por la esquelética figura de una de las modelos.
“Lo hacemos para recordar que las chicas danesas se reflejan en las modelos que ven en la pasarela. Por eso, las firmas de moda tienen una responsabilidad para no crear una imagen completamente desvirtuada de lo que es normal”, declaró a la televisión pública DR Trane Nørby, que aún no ha recibido respuesta.
La ministra criticó que al mostrar “modelos enfermizamente delgadas” estas firmas lo que hacen es provocar en las jóvenes pérdida de autoestima y, en el peor de los casos, trastornos alimenticios.
Høyer elogió la iniciativa de la ministra y sostuvo que para cambiar algo en el mundo de la moda es necesario empezar desde arriba. “Son ellos los que ponen las reglas: ya en la primera línea en los diseños de los trajes, los diseñadores crean las tallas. Está muy bien que haya cartas éticas y control médico, pero no creo que haya que empezar con nosotras, porque solo seguimos las reglas que fijan desde arriba”, dijo la modelo.