Buscar la forma de hacer del mundo un mejor lugar para vivir, es ya una premisa de vida para todos los jóvenes, especialmente para aquellos que han sido capaces de vislumbrar los nuevos retos que presenta el siglo XXI desde una visión glocal.
Si bien el cambio en el mundo se puede lograr desde varios ámbitos, hay un punto en el que se encuentran todas estas aristas y se consolida como el pilar fundamental para generar todas las transformaciones que podemos imaginar: los valores y principios.
La nueva era, con su dinamismo y avances tecnológicos, puede tender a racionalizar la vida, pero así como las empresas se han ido “humanizando”, las personas también de a poco han ido comprobando que todas las iniciativas y proyectos que puedan emprender, sean estos de carácter científico, técnico, cultural o administrativo, no generan un cambio sostenible si no se abordan con una mirada holística y un fin social.
Desde esta perspectiva, diversas iniciativas han surgido para aunar esfuerzos y rescatar esta esencia de la sociedad. Tal es el caso de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que buscan erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad de las personas, o de la “Magna Charta de Valores para una nueva civilización” del Parlamento Universal de la Juventud (PUJ), en la que se abordan 10 puntos considerados como clave para reconstruir y fortalecer la sociedad: la persona, la familia, las relaciones interpersonales, la sociedad civil, la política, el trabajo, las relaciones económicas, las relaciones educativas, las redes de comunicación y el medio ambiente.
En relación a este último tema, el PUJ es un encuentro que anualmente convoca a jóvenes de todo el mundo, entre 16 y 30 años de edad aproximadamente, para dialogar y reflexionar en torno a estas temáticas desde su propio entorno, y posterior a ello, elaborar un manifiesto que condense sus propuestas para vivir en armonía, con una base sólida en valores y un objetivo común: servir al prójimo.
El PUJ se ha desarrollado en ocasiones anteriores en Roma y Berlín. En este año, durante el mes de agosto, tendrá lugar en Pekín (China), bajo el tema: “Relaciones interpersonales: claves para una nueva civilización. Un viaje llamado perdón”.
Adicional a la sesión plenaria internacional, el PUJ contempla el desarrollo de encuentros nacionales en los que se congrega a los jóvenes, local y colegialmente, para que reflexionen en grupos de investigación sobre los ámbitos propuestos. Las conclusiones a las que llegan son presentadas, primero, en las sesiones plenarias nacionales, y luego, en un encuentro continental.
Encuentro Nacional del PUJ
Durante los dias 26, 27 y 28 de mayo, la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) acogió a cerca de 200 jóvenes ecuatorianos para realizar el Encuentro Nacional del PUJ.
Este evento, al igual que los demás encuentros nacionales y continentales, se desarrolló a través de mesas de trabajo en las que los jóvenes plasmaron sus propuestas de cambio y elaboraron un manifiesto con las perspectivas desde la realidad del Ecuador para presentarlas en agosto en el encuentro internacional.
Paralelo a ello, se impulsaron actividades recreativas para que los jóvenes interactúen en otros ámbitos y conozcan su contexto, como:
- Excursión a la Central Eólica Villonaco.
- Ateneo, espacio de confraternidad para demostrar el talento a través de presentaciones artísticas de baile, música, poesía o teatro.
Mónica Calva, secretaria de la Oficina Nacional de la Juventud Idente, destacó que el PUJ es un foro de diálogo internacional que tiene como objetivo que los jóvenes analicen y reflexionen sobre temas que les preocupa, y de esta forma, comprendan que pueden restaurar la humanidad empezando por ellos mismos y dese su entorno más cercano.
Adicionalmente, Calva manifestó que este año el enfoque del Parlamento ha sido el perdón, porque una de las problemáticas detectada de forma generalizada es que ”los jóvenes han sido heridos por relaciones interpersonales deterioradas”.