¿Qué tan nocivo o qué tanto le puede gustar a la gente el reggaetón? En la vida existen males sociales y la única manera de evitarlos es con educación, pero cuando hablamos de reggaetón, de este género musical que impacta en la modernidad, hablamos de un ritmo latino que ha ganado espacio entre los artistas y la industria de la música y hasta ha llegado a causar controversias en la sociedad de consumo por sus polémicas letras.
En Ecuador, recientemente, la Superintendencia de Comunicación (Supercom) pretendió censurar el gusto por el reggaetón con una resolución, pero en la práctica es difícil poner filtros a un género musical que se ha convertido en la sensación de los jóvenes y adultos.
Este ritmo caribeño que se compone de reggae, ritmo de Jamaica de los años 70, y del rap, una expresión afroamericana, se ha convertido en el fenómeno del momento. Y como ritmo no debe tener ningún tipo de censura.
El reggaetón, además, ya no está solo. Ahora se presenta como una fusión de géneros y estilos.
El reggaetón mix, por ejemplo, está muy pegado y ha evolucionado con la canción. En la actualidad, muchos artistas incursionan en ese género porque lo ven como un medio para ganar audiencias en un mercado saturado.
A la gente le gusta este género porque lleva al baile. El reggaetón utiliza frecuencias graves del bajo que logra una interrelación, una misma velocidad en su ejecución para parecerse a las funciones básicas del ser humano, como los latidos del corazón. La sincronía entre lo que escuchas, el pulso y el cuerpo es una conexión que funciona en este tipo de ritmos.
El fenómeno genera polémica en la actualidad porque en todas las letras de las canciones, hasta en una balada, puede haber una inclinación hacia lo sexual o un doble sentido hacia lo pecaminoso. Pero es la industria musical la que crea la letra para que el artista pueda conquistar el mercado.
Entonces, no es el reggaetón el que debe censurarse, sino el contenido de sus letras. Los artistas del género no interpretan sus composiciones, sino que esas responden a una industria que le reclama polémicas con letras pensadas y pre-elaboradas. El reggaetón se ha convertido en un medio de difusión y ventas.
De ahí que el grupo Calle 13, que está contra esos estilos, tiene una música muy variada de protesta en sus letras que reflejan las críticas al reggaetón. Pero las críticas de un público nunca van a desaparecer, incluso el famoso cantante Justin Bieber ha sido cuestionado por sus canciones pobres en letra, pero su música se ha convertido en todo un éxito.
El éxito de Despacito es otra referencia del éxito de este género, aunque no se considera propiamente reggaetón, porque es el estilo de Luis Fonsi y la mezcla de ritmos.
Desde el punto de vista de la música está nueva fusión ha mejorado el propio reggaetón, género en el que han incursionado artistas como Chayane, Alejandro Sanz y otros.
El problema, después de todo, no está en qué tan nocivo puede resultar escuchar reggaetón, porque la clave está en la educación como una herramienta para orientar a la juventud y la población a discernir por su cuenta qué escuchar o no.
En las escuelas se podría pensar en una clase muy básica de apreciación musical, para aprender a identificar los elementos de la música como la armonía, el ritmo y la melodía. Algo que se puede aprender sin necesidad de ser músico o de estudiar una carrera musical. También pueden crear espacios y escenas para los nuevos talentos de la músicaL.
El país está en la obligación de aportar en el crecimiento de la escena musical, para que la oferta sea más diversidad y así la comunidad dejará de preocuparse tanto de un tema tan específico como el reggaetón.
Si el reggaetón existe y es tan famoso es porque la gente lo consume. Todo depende del criterio de la audiencia, porque hasta para escuchar ese género requiere de educación musical.