José Mourinho convirtió en una gran victoria la conquista de una Liga que le permitió entrar en sexto lugar a la Champions. Lo hizo con el Manchester United donde se ha invertido 600 millones de euros para magros resultados. El triunfo, sin embargo, fue celebrado con bombos y platillos en Ecuador por la figura de Antonio Valencia.
Más allá de logro del Manchester, el equipo se vio altamente presionado por ese triunfo tras los atentados terroristas en el concierto de Ariana Grande. Un golpe que ha enlutado al mundo. Un golpe más del que se hace llamar Estado Islámico que no es más que un estado de terror integrado por terroristas, porque el Islam es otra cosa.
Pero también fue un día de despedidas, el expresidente Rafael Correa trató de hacer suyo el último día como mandatario y el primero como mandante, después de diez años, con ovaciones al interior de la Asamblea que opacaron hasta la presencia de Lenín Moreno, su sucesor. La televisión pública, que hacía la transmisión de la ceremonia del cambio de mando, siguió hasta el último minuto al expresidente, dejando en off al presidente Moreno, como si su posesión fuera secundaria.
Moreno se encargó de reparar eso con un discurso en que marcaba cierta distancia con el proyecto que lo llevó al poder. Una distancia que ha sido vista como un posible giro de timón al menos en el estilo de gobernar. ¿Qué tan real es eso? Modesto Correa, de la Universidad Casa Grande, cree que eso solo será posible saber en los primeros 100 días de Gobierno.
Pese al recelo que puede crear, las cartas ya están sobre la mesa. Hay un nuevo gabinete con figuras de la primera época del anterior Gobierno y nuevos rostros. Lo que resta ver es por dónde irá el país.