Un Tratado Bilateral de Inversión (TBI) es un acuerdo firmado entre dos países para mejorar básicamente las condiciones de intercambio comercial o para poner las reglas del juego claras a las inversiones entre empresas de los dos países. Es un instrumento jurídico, básicamente.
El Ecuador ha denunciado doce de esos Tratados Bilaterales de Inversión y si bien hay contratos que todavía tendrán una vigencia de cinco a doce años, eso no significa que el país no pueda firmar otros contratos a la par revisando las condiciones.
Al ser un instrumento jurídico es algo perfectamente normal que el país los denuncie si en las cláusulas está que cualquiera de las partes puede revisar el contrato, o darlos por terminado; cuando se firmaron tal vez las condiciones del país eran otras o esos instrumentos ahora ya no son tan beneficiosos.
En un inicio puede ser que haya un impacto negativo en la percepción de los inversionistas para montar empresas en el país tras la denuncia de los TBI, porque pueden pensar que no hay las condiciones para hacer negocios. De hecho, según el ranking de Doing Business, que es un monitor importante para este tipo de temas, el respeto a los contratos es una variable importante para medir la facilidad de hacer negocios en cualquier país.
Por ejemplo, cuando se renegociaron los contratos con las empresas petroleras estos trajeron sin duda beneficio al país. Aunque ahora, por la variable del precio del barril de petróleo, que llega hasta cierto nivel, esas renegociaciones en ciertas ocasiones no son tan favorable para el país, porque cuando el precio baja demasiado, prácticamente el Estado casi no percibe ingresos.
Desde ese punto de vista, tal vez la denuncia perjudique un poco, pero a su vez es un paso importante para reflexionar la forma jurídica en la que se redactaron esos contratos.
Ahora, estos instrumentos no son suficientes para medir la confianza que despierta un país entre los inversionistas. En ese tema siempre hay que considerar tres componentes. El financiero relacionado con las facilidades para traer y sacar capitales, el jurídico más relacionado con los TBI, y el aspecto económico que mide las certidumbres que da el Gobierno, al igual que los impuestos porque eso afecta al beneficio neto de la empresa.
Ecuador al poner las reglas del juego claras, desde el punto de vista legal, procede al igual que se procede en el ámbito empresarial. Una alianza estratégica, por ejemplo, se puede firmar para cinco años, pero es susceptible de ser revisada a los dos años.
Hay que diferenciar dos tipos de inversión que llegan a los países. Panamá, por ejemplo, con un simple movimiento en las tasas de interés puede atraer toda la inversión financiera del mundo. Pero otra cosa es la inversión en términos de activos, de inversión real en sectores estratégicos de un país.
Lo que el Gobierno ahora necesita decir es que el país va a renegociar esos instrumentos, las condiciones de los contratos, a fin de que se pueda ampliar la inversión extranjera en sectores a los cuales no ha llegado y fortalecerla en los que se ha llegado, con mejoras en las condiciones para el inversionista.
Ecuador al poner las reglas del juego claras, desde el punto de vista legal, procede al igual que se procede en el ámbito empresarial. Una alianza estratégica, por ejemplo, se puede firmar para cinco años, pero es susceptible de ser revisada a los dos años.
Esos instrumentos, además, no son suficientes para atraer inversiones, porque juegan otras variables importantes como el entorno político, la situación económica del país. No basta su revisión o renegociación. Hace falta revisar otras variables del país.
Hace algún tiempo se desarrolló un proyecto muy importante, el de las Zonas Económica Especiales de Desarrollo, que debería ser profundizado para atraer capitales frescos. En el mundo hay condiciones para desarrollar industrias con convenios entre países para dar paso a la transferencia tecnológica y de conocimientos, para que el país si llegara a tener una ventaja competitiva, desarrolle nuevas empresas.
En las decisiones de los inversionistas o las grandes empresas no pesa solo el valor jurídico. Por ejemplo, hay que considerar que en Ecuador estamos dolarizados, eso si bien es positivo para la economía no lo es tanto afuera, por el punto de vista de costos, el de la mano de obra que es bastante alta.
Para eso es importante analizar cómo se hace la transferencia tecnológica y la transferencia de conocimientos de la empresa que entra al país. Porque de lo contrario es como poner la casa para la fiesta, participar de ella, pero sin ser los principales invitados.
En estos diez últimos años, la inversión extranjera directa no ha llegado al país por otras condiciones, porque en el ánimo de los inversionistas siempre puede influir el tipo de Gobierno, su ideología, la forma en la que maneja la economía, los sectores a los que da prioridad.
En las decisiones de los inversionistas o las grandes empresas no pesa solo el valor jurídico. Por ejemplo, hay que considerar que en Ecuador estamos dolarizados, eso si bien es positivo para la economía no lo es tanto afuera, por el punto de vista de costos, el de la mano de obra que es bastante alta.
Esos son factores se toman en cuenta, así como la libre movilidad del capital. En Ecuador el Gobierno puso un impuesto del 5% a la salida de divisas. Todas esas cuestiones desvían la atención del inversionista. También está el tema de ciertas leyes y ciertos impuestos. Está el anticipo del Impuesto a la Renta. Son todos costos que cualquier inversionista o empresa toma en cuenta a la hora de decidir invertir en un país.