El candidato a la presidencia de la República, Guillermo Lasso, fue al estadio Olímpico Atahualpa de Quito a seguir el partido Ecuador-Colombia por las eliminatorias del Mundial Rusia 2018. El partido, según los hinchas conocedores, fue para olvidar en lo futbolístico y lo técnico.
A la salida, Lasso y su familia debieron ser protegidos por la Policía de una turba agresiva, violenta… ¿Por qué?
Si en Quito hay tanta agresividad contra ese candidato a la Presidencia de la República, como se pretendió demostrar, por qué no se manifestó en esa multitudinaria concentración de apoyo a favor de esa candidatura en la tribuna de Los Shyris, frente a la sede principal de la otra del oficialismo.
¿Qué pretendió probar esa agresión? El oficialismo, y su misma candidatura a la Presidencia, ha tratado de deslindarse de esos actos violentos. Muy difícil en épocas de redes sociales porque paralelamente a la agresión física se desarrollaba una agresión virtual con nombres y apellidos que están ahí, en la red.
La violencia es violencia. Y pretender justificarla es una aberración.
¿Qué habría pasado, por ejemplo, si la víctima de esa agresión habría sido el candidato del oficialismo? ¿Cómo habrían actuado los canales incautados o del Gobierno? ¿Cómo habrían actuado los organismos estatales llamados a velar por la imparcialidad en la información de los medios? ¿Cuántos expedientes se habrían abierto?