Como en toda campaña electoral puede haber ofertas que se puedan cumplir como otras que no se puedan llegar a cumplir inmediatamente y algunas que nunca se llegarán a cumplir, porque siempre dependerán de los contextos macroeconómicos, entre otras razones. Lo cierto es que las tareas más inmediatas del nuevo Gobierno, cualquiera sea, van a ser necesariamente la reactivación económica y la atracción de la inversión extranjera directa.
Aquí una reflexión sobre algunas propuestas de los candidatos:
Sobre el IESS. Si yo tengo una deuda, como la que tiene el Estado con el IESS, primero debo sincerarla y ver la manera de pagarla. Es la mejor forma de hacer una ingeniería financiera. Al sincerar las obligaciones por pagar se puede decir tanto debo, pero no puedo pagar esa cantidad de inmediato sino de esta manera, bajo estas condiciones, con estas herramientas financieras.
Pero lo principal, primero, es el reconocimiento del monto real de la deuda del Estado con el IESS, que ha sido, según palabras de algún político, la caja chica del Gobierno.
Una vez que haya la cifra real de la deuda, el Gobierno, cualquiera que sea elegido en las urnas, deberá armar un plan de pagos a cumplirse irremediablemente en los términos, tiempos y plazos acordados.
Por el lado de la oposición, el candidato Guillermo Lasso ya ha ofrecido el reconocimiento de esa deuda y por el lado del oficialismo el candidato Lenín Moreno, en caso de llegar al poder, también estaría en la obligación de hacer un sinceramiento de la cifras.
Ese es un punto de inflexión necesario.
En educación el candidato Moreno ha ofrecido crear cuarenta universidades tecnológicas. Ahí primero es necesario hacer un análisis desde el punto de vista de la demanda. Un análisis sectorial. Primero se debe conocer si las condiciones actuales de Ecuador dan para tecnificar la mano de obra; revisar los estudios de demanda que el mismo Gobierno debe tener.
Es necesario un cruce de información entre universidad, sociedad y empresa para evitar formar una mano de obra que tal vez las empresas no van a necesitar en el futuro. Pero lo otro es: ¿de dónde van a salir los recursos para financiarlas? En el caso de que esas universidades solo sean públicas van a tener que ser cubiertas por el Presupuesto del Estado y la única forma sería vía impuestos o reducción del gasto.
El Gobierno ahora destina entre el 3% y 4% del PIB a la educación, ¿ese porcentaje se va a redistribuir con las cuarenta universidades nuevas?
La demanda por universidades y la tasa de acceso a la educación superior ha ido en aumento en el país, eso significa que tenemos una cantera de profesionales que van saliendo cada año. Pero siempre la educación se debe adaptar a la demanda de las empresas o del Estado, si el Estado vuelve a ser el primer motor del empleo.
Hay que ofrecer la educación que demande la sociedad y las empresas, que son el motor de la economía.
En lo que han coincidido los dos candidatos es en mantener el programa de becas. Estas tienen una tasa de retorno que no se ve de inmediato. Por eso el Gobierno cuando las otorga siempre hace firmar al beneficiario una carta compromiso de que va a aplicar todo lo aprendido a la realidad del país.
Las propuestas, por ese lado, deberían apuntar a incrementar el número de becas o becarios, porque cuando alguien viene del extranjero con un bagaje de conocimientos ese se transfiere de inmediato ya sea en una empresa privada o en una empresa pública.
En el tema de la vivienda ninguna oferta está demás y todas se pueden complementar, hasta las de los candidatos que ya no están en la contienda electoral. Entre las necesidades básicas insatisfechas, aquellas que miden los indicadores de pobreza, está el acceso a la vivienda.
Ya sea con la reestructuración del bono de la vivienda, cómo ha ofrecido Lasso, o la promesa de construir nuevas soluciones habitacionales, según Moreno, el objetivo siempre debe ser el mismo: solucionar el déficit habitacional existente en el país con los principales servicios básicos.
La actual inversión en vivienda está en alrededor del 1,3% del PIB y esa necesariamente debe incrementarse. Esa es una deuda que deja el actual Gobierno.
En el tema de los impuestos todo debe valorarse desde el costo-oportunidad. Lasso, por ejemplo, plantea reducir impuestos para reactivar el sector productivo. ¿Eso qué significa? Si las empresas se recuperan lógicamente habrá mayor recaudación por el cobro del Impuesto a la Renta, IVA… Es decir, habrá compensación. Y eso se redondea con la propuesta del emprendimiento. No creo que la reducción de ciertos impuestos vaya a generar un problema al Fisco. Tal vez habría que valorar más al detalle los impuestos que se van a suprimir para saber cuánto han aportado.
El Gobierno, por su parte, siempre ha tenido en su norte el tema de la inversión y la única fórmula que halló para cumplir su plan de inversiones ha sido vía aumento de la recaudación tributaria y, por ende, del incremento de los impuestos. Pero en economía existe la llamada curva de Laffer, es decir, el Estado puede llegar solo hasta cierto punto en el incremento de la recaudación tributaria, porque a partir de ahí crear nuevos impuestos puede producir un efecto totalmente contrario.
La propuesta de Lasso es menos impuestos para dinamizar el consumo y generar a posteriori una mayor recaudación tributaria.
En el tema de minería y petróleo también se ven dos visiones distintas en los candidatos. Lasso ha ofrecido parar la extracción petrolera en el Yasuní y minería con consulta previa.
Para que Lasso pueda cumplir ese compromiso tiene que tener otro as bajo la manga, que es garantizar las condiciones jurídicas para atraer al motor más grande de la economía que puede haber en el mundo: la inversión extranjera directa.
El país puede pasar de esa economía extractivista a una generadora de recursos. Como en todo, siempre estará el costo-oportunidad. ¿Qué dejo de hacer por lo otro? Siempre y cuando lo otro me represente un mayor beneficio.
Así como el Gobierno actual ha propuesto una alianza público-privada para reactivar la economía, en el futuro también se puede plantear una alianza público-privada, nacional y extranjera, para atraer al inversionista con las reglas del juego claras, sin necesidad de desmantelar o entregar los sectores estratégicos.
En el mundo existen todavía tiene muchos fondos disponibles no solamente para proyectos en sectores estratégicos sino en sectores del futuro como la biotecnología.
La biotecnología es un área de inmenso crecimiento y Ecuador tiene las condiciones para atraer inversiones a ese campo, pero todo parte del marco jurídico constitucional que se le ofrezca al inversionista. Sea Moreno o sea Lasso, Ecuador tiene que enviar un mensaje positivo al mundo para que no sea visto no solo como potencia turística sino como potencia en otros sectores, no necesariamente los tradicionales.
Cuando China hizo su reforma años atrás, con Deng Xiaoping en el poder, él dijo algo para la historia: No importa de qué color sea el gato con tal de que cace ratón. El tema de fondo en este momento en Ecuador debe ser la reactivación de la economía y eso solo se logra a través del empleo y la estimulación del consumo.