Una vez pasada la vorágine de la primera vuelta electoral, y antes de entrar en la segunda vuelta, me parece el momento oportuno para hablar de algo que a mí sí me importa, pero que a juzgar por la ausencia de noticias en los periódicos, de columnas de opinión, de mensajes en las redes sociales o de preguntas al Ministro de Cultura o al Presidente… a (casi) nadie parece importarle en Ecuador, y es que:
EL MUSEO NACIONAL SIGUE CERRADO.
El Museo Nacional del Ecuador se cerró intempestivamente en noviembre del 2015, anunciando que “se reabriría en un año”, pero sin dar una explicación clara de por qué se había cerrado sin aviso previo (y muchos y muy graves fueron los rumores en los ambientes culturales de Quito al respecto). Se anunció unos meses después que se estaba realizando los trabajos de “re-conceptualización del museo”, pero no se dieron explicaciones claras, ni interacción con la sociedad, ni se presentaron los proyectos.
Ya han pasado más de cinco meses desde que se debería haber producido la re-apertura, y ahora se nos dice que se reabrirá “en el segundo semestre del 2017”, esto es, se vuelve a incumplir el plazo que se dio, no se dan explicaciones de lo que realmente está ocurriendo, y ni siquiera se presenta qué proyecto se pretende abrir en unos meses ni qué reformas se harán en la Casa de la Cultura (reformas que ya deberían al menos estar planificadas si se pretende reabrir el museo en tres meses).
A marzo de 2017, tras dieciséis meses del cierre del Museo Nacional, que alberga el mayor patrimonio cultural del Ecuador, no tenemos ni tan siquiera una explicación de qué está ocurriendo en el Museo insignia del país, de qué proyecto museístico se está implementando, ni tenemos una disculpa por el incumplimiento de los plazos anunciados.
Y no los tenemos pues no parece haber ni una indignación social por tener el Museo Nacional cerrado por dos años ni una conversación pública abierta sobre qué Museo Nacional tenemos, queremos y proyectamos.
Si no les preocupa la cultura al menos les podría preocupar la economía y la imagen del país, ¿cómo va a ser Ecuador una “potencia turística” si el principal museo del país va a estar dos años cerrado? ¿Cómo se va a atraer el turismo a Quito si se les impide la opción de contemplar el mayor cúmulo de patrimonio cultural del Ecuador?
Creo que es importante hablar del Museo Nacional de Ecuador, del patrimonio que alberga, y de, como mínimo, mostrar nuestra preocupación (o indignación) por que continúe cerrado sin explicaciones y no sepamos qué está pasando en su re-configuración.
Ojalá la cultura y el patrimonio del Ecuador le preocupase a muchos más, a tantos como para ser suficientes y conseguir respuestas y transparencia: lograr que se preserve y se nos explique qué se está haciendo en el Museo Nacional, que los candidatos electorales Lenin Boltaire y Guillermo Alberto Santiago se tengan que pronunciar al respecto; y que miles de ecuatorianos celebremos la re-apertura de un mejor Museo Nacional lo antes y mejor posible.
(Aunque por desgracia por ahora sospecho y lo dudo, lo dudo, pues la opacidad nunca es síntoma de honestidad, claridad y profesionalidad).