Veinte de los 34 estados miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) se comprometieron a definir “pasos concretos que contribuyan a identificar soluciones diplomáticas” a la crisis política en Venezuela.
La embajadora canadiense, Jennifer May Loten, leyó una declaración a nombre de los 20 países durante una sesión extraordinaria del Consejo Permanente. Fue solamente una expresión pública de esas naciones, ya que la organización no adoptó resolución alguna.
La OEA convocó a la sesión extraordinaria apenas horas después de que 14 de sus Estados miembros llamaran el viernes a Venezuela a liberar a los presos políticos, convocar a elecciones y respetar las decisiones de la Asamblea Nacional en una inédita posición conjunta en torno a la crisis del país sudamericano. Sin embargo, dijeron que la suspensión de esa nación del organismo debería ser la última opción.
En Caracas, después de la sesión del Consejo Permanente de la OEA, el presidente Nicolás Maduro convocó a un gran debate nacional para discutir si es pertinente que su país siga como miembro de la OEA. Maduro ha asegurado que esa organización promueve una actitud intervencionista en asuntos internos de la nación suramericana.
El mandatario venezolano también acusó ayer a la “coalición de gobiernos derechistas” a los gobiernos de México y Estados Unidos de buscar que Washington intervenga el país. Al mismo tiempo, cuestiono la existencia de la OEA.