La Casa Blanca dijo este jueves que haría pagar a México la construcción del polémico muro que quiere levantar en la frontera mediante un impuesto del 20% a las importaciones de ese país, una medida que en la práctica anula el Tratado Atlántico de Libre Comercio (Nafta, en sus siglas en inglés). Luego de una hora, el portavoz de la Casa Blanca rectificó afirmando que el impuesto era una posibilidad.
La jornada del jueves fue una de pleito de la Casa Blanca con México. Primero salió Donald Trump en su cuenta de Twitter a amenazar al presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, con cancelar una reunión que tenían prevista para al próxima semana si México no se comprometía a pagar el muro. Horas más tarde Peña Nieto suspendía su viaje a Washington.
El portavoz de la Casa Blanca dijo a los corresponsales políticos que Trump ya tenía claro cómo torcer el brazo de los mexicanos en el pago del muro. “Si gravas con un 20% sobre unos 50.000 millones de dólares en importaciones, que por cierto es lo que hacen 160 países -dijo Sean Spicer a bordo del Air Force One- logras 10.000 millones al año y pagas fácilmente el muro con ese mecanismo, eso es lo que va a proveer los fondos de veras”.
El gravamen se englobaría en la prometida y amplia reforma fiscal de la nueva Administración estadounidense, que tiene que negociar con las cámaras legislativas. Además, la medida requeriría modificaciones en el Nafta. Al llegar a la Casa Blanca, Spicer llamó después a un pequeño grupo de periodistas a su oficina para matizar la noticia.
Estados Unidos es el principal socio comercial de México. El 80% de sus exportaciones van a ese mercado, mientras que los estadounidenses envían tan solo el 16%. El volumen total de las importaciones desde México ronda los 295.000 millones de dólares.