Más de 3.725 candidatos a la Presidencia de la República, la Asamblea Nacional y el Parlamento Andino arrancan oficialmente la campaña electoral de 45 días que, en teoría, estará bajo control del Consejo Nacional Electoral.
Los medios de comunicación, según las reglas de juego, no pueden difundir mensajes que induzcan a la violencia, discriminación, sexismo y la presencia de niños en la publicidad electoral. Este último ítem, sin embargo, ha sido violado en reiteradas ocasiones en la precampaña. Basta ver la publicidad difundida en redes sociales, antes del inicio oficial de la campaña.
Son ocho los binomios que aspiran a suceder a Rafael Correa en la Presidencia de la República. Son ocho propuestas las que están en la mesa. Unas del oficialismo y otras de la oposición que coinciden en casi lo mismo. Las primeras en seguir un modelo impuesto en diez años de Gobierno de Alianza País, un modelo con énfasis en el control estatal de casi todo.
Las segundas apuntan a un cambio del modelo del control estatal hacía uno de mayor apertura, con más participación del sector privado. Pero, en el fondo, todas las campañas coinciden en las promesas de un mañana mejor, como si fueran redentoras, como si en este país no existieran ciudadanos que pueden decidir sobre sus vidas.
Ahí están las cartas sobre la mesa.