La gira que el presidente chino, Xi Jinping, acaba de concluir por Latinoamérica le ha permitido postular a su país como gran impulsor del libre comercio en Asia-Pacífico tras anunciar el próximo ocupante de la Casa Blanca, Donald Trump, que sacará a EEUU del Acuerdo Transpacífico (TPP).
Los interrogantes sobre la viabilidad de un TPP (Acuerdo Transpacífico) sin Estados Unidos han crecido mientras ganan apoyos tratados comerciales alternativos que cuentan con el respaldo de Pekín, como la Asociación Económica Regional Integral (RCEP) o la zona de libre comercio en Asia-Pacífico (FTAAP).
“China está abierta a todos los acuerdos comerciales que contribuyan a la integración económica, la liberalización y la facilitación de la inversión y el desarrollo de Asia-Pacífico”, afirmó un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Geng Shuang.
Xi ha aprovechado la coyuntura creada por la elección de Trump para redoblar la apuesta del gigante asiático por la globalización y la liberalización comercial durante sus visitas a Ecuador, Perú y Chile, y su participación en la cumbre de líderes del Foro de Cooperación Asia-Pacífico (APEC) en Lima.
Para e mandatario chino, Xi Jinping construir el área de libre comercio de Asia-Pacífico es vital para el crecimiento económico a largo plazo. Lo dijo en Lima donde acudió a la cumbre de la APEC. Ahí reconoció que la globalización es un arma de doble filo y que hay muchas voces que la están cuestionando, por lo que instó a la comunidad internacional a abordar con seriedad sus desafíos.
Pekín respalda dos grandes iniciativas comerciales para Asia-Pacífico que hasta ahora habían quedado a la sombra del TPP -que incluye a doce naciones de la cuenca pacífica y excluye a China-, pero que, si Estados Unidos se retira definitivamente de ese tratado, ganan atractivo para el resto de países.
La primera es la Asociación Económica Regional Integral (RCEP), una zona de libre comercio de los diez países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) con Australia, Corea del Sur, India, Japón y Nueva Zelanda, además de China.
La otra es la creación de una zona de libre comercio en Asia-Pacífico (FTAAP) que integre a las 21 economías del APEC, con Estados Unidos y China incluidos. La estrategia de liberalización comercial de China se complementa con la firma de tratados de libre comercio (TLC) bilaterales, como los que selló en 2015 con Australia y Corea del Sur, que continúa avanzando en paralelo a la agenda regional.
Xi también acordó en sus visitas a Perú y Chile, países con los que China tiene TLC desde hace años, el inicio de las negociaciones para la profundización de sus respectivos acuerdos FTA ya existentes.