Un avión de la aerolínea boliviana Lamia Corporation con 81 personas a bordo, entre ellas el equipo de fútbol Chapecoense de Brasil, se estrelló la madrugada de este 29 de noviembre cuando se aproximaba al aeropuerto José María Córdova de Medellín donde debía jugar la primera final de la Copa Sudamericana con el Atlético Nacional. Al menos 75 personas han perdido la vida en la tragedia y seis han logrado sobrevivir, según la última actualización del diario El Tiempo de Bogotá.
En un primer momento, el Comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, José Gerardo Acevedo, aseguró que el número de víctimas era 76; más tarde la Unidad Nacional de Gestión de Riesgos ha logrado rescatar a un sexto superviviente, el jugador Hélio Hermito Neto, atrapado entre los restos de fuselaje del avión.
EL MOMENTO EN QUE EL AVIÓN DESAPARECE DEL RADAR
La aeronave, con matrícula CP2933 RJ 80, salió de Brasil en la tarde del lunes, hizo una escala en el aeropuerto Viru Viru, de Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) y debía haber llegado a Medellín hacia las 21:33 horas locales (02.33 GMT del martes), pero perdió contacto con la torre de control cuando volaba entre los municipios de La Ceja y La Unión, según un comunicado emitido por las autoridades aeroportuarias.
El aparato transportaba a 72 pasajeros y nueve tripulantes (de nacionalidad boliviana). Entre los pasajeros se encontraban 22 jugadores de la escuadra brasileña, 28 personas entre acompañantes y servicio técnico y 22 periodistas. Entre los sobrevivientes estarían la auxiliar de vuelo Ximena Suárez; el técnico de la aeronave, Erwin Tumiri; el lateral Alan Luciano Ruschel (23), el guardameta suplente Jackson Ragnar Follmann (21) y el periodista Rafael Valmorbida.
LAS PRIMERAS IMÁGENES DE LA TRAGEDIA
Ruschel, lateral izquierdo de 27 años, llegó conmocionado en una ambulancia al Hospital San Juan de Dios de La Ceja, pese a lo cual preguntaba insistentemente por su familia y pedía que le guardaran el anillo de matrimonio. Su esposa, Amanda Ruschel, ha asegurado poco después que su situación es “estable”.
Los equipos de socorro ya han conseguido rescatar 51 cadáveres del avión accidentado, según el diario El Colombiano. Los equipos de socorro continúan trabajando y “esperan que haya más personas vivas”. En entrevista con el canal de TV brasileño Globo, Ivan Tozzo, vicepresidente del Chapecoense, se mostró consternado.
“Los jugadores estaban tan felices. No podemos creer lo que pasó, hoy es un día de enorme tristeza. Chapecoense es una familia. En Brasil, por cómo estábamos haciendo las cosas, éramos el segundo equipo de todos -dijo-. Los jugadores eran la mayor alegría de Chapecó. Jamás esperábamos esto. Aquí, las esposas de los jugadores se estaban desmayando, llorando. Casi todos los futbolistas tenían hijos pequeños, esto es demasiado triste”.
Entre las hipótesis que barajan las autoridades como causas del accidente se apunta al mal tiempo en la zona y a un fallo eléctrico del aparato. Las autoridades han pedido a la población que no se acerque al lugar del siniestro, al cual sólo se puede acceder por vía terrestre. Las condiciones climáticas de baja visibilidad pueden dificultar las tareas de rescate.
El club deportivo Chapecoense, de la ciudad de Chapecó, en el estado brasileño de Santa Catarina, se dirigía a Medellín para disputar el miércoles el partido de ida de final de la Copa Sudamericana contra el Atlético Nacional, que ha sido finalmente suspendido por la Conmebol.
El presidente brasileño, Michel Temer, ha expresado sus condolencias a los familiares de las víctimas a través de la red social Twitter. “En esta hora triste en que la tragedia se abate sobre decenas de familias brasileñas, expreso mi solidaridad”, ha asegurado Temer. El presidente brasileño ha dicho que el Gobierno está poniendo “todos los medios” para ayudar a los familiares de las víctimas del siniestro y darles toda la ayuda posible. El Ejecutivo ha decretado tres días de luto en el país.
Podcast: Reproducir en una nueva ventana | Descargar