La Universidad Católica de Santiago de Guayaquil trabaja en la investigación ‘El uso del ozono para el control de la sigatoka en las plantaciones de banano’, que evita la contaminación ambiental por el uso de fungicidas y a su vez permite el ahorro de costos en un 60% al remplazar los químicos por esta técnica.
En Ecuador se utilizan cerca de cinco millones de litros de fungicidas al año, esto significa una alta contaminación que no solo afecta a las personas que trabajan en las bananeras, sino que se extiende a las poblaciones asentadas cerca a estos cultivos porque contamina a los acuíferos y llega a los esteros. Precisamente, una alternativa para controlar el hongo de la sigatoka negra es el uso del ozono.
Este trabajo inició en una bananera, que cedió una hectárea de plantación de banano para esta investigación que inició en el 2014. La carrera de Ingeniería Agropecuaria está orientada al desarrollo de sistemas agroecológicos que buscan darle un giro al desarrollo de la agricultura con menos químicos y contaminantes para evitar que el calentamiento global y los niveles de contaminación sigan afectando al planeta. En tal virtud, la unidad de investigación de este centro educativo -que incorpora a ochos alumnos a su staff- se propuso controlar este hongo con otra alternativa a través de un equipo de producción de ozono.
En la primera etapa de investigación se dio tratamiento a las plantas de ciclo corto: soya y maíz, pero luego se vio la necesidad de aplicarlo al banano, porque es en donde existe mayor nivel de contaminación. Ahí se diseñó el proyecto en el que se utiliza el ozono mezclado con el agua y se lo aplica con una bomba de motor. En esta etapa, la idea fue controlar el hongo de la sigatoka. Durante un año se aplicó este proyecto que dio resultados positivos.
La hipótesis se comprobó y el resultado es que de esa hectárea de terreno -sembrado con banano- se logró exportar un producto diferente. Los racimos eran más grandes, más consistentes, tenían mayor peso, lo cual significaba que el ozono no solo controló la plaga sino que liberó nutrientes en el suelo -que estaban en estado insoluble- y lo ponía disponible a la planta. Eso explica las nuevas características del producto: un banano de mejor tamaño, con mayor numero de hojas y un racimo de mayor peso.
Enseguida se diseño una segunda fase que terminará en abril del 2017, pero que también tiene resultados positivos. La idea fue remplazar la bomba de motor por un sistema de riego por aspersión. Se logró controlar la infección de sigatoka y se ha exportado la fruta durante un año sin presentar problemas con las compañías exportadoras. De hecho, cuando los calificadores del banano vieron el ensayo dijeron que de ese lote en el que trabajaba la Universidad Católica no se exportaría la fruta porque existía la posibilidad de que las características del producto sean menores a las esperadas, en relación al grado que debe cumplir para salir del país. Una vez que se cosechó, el calificador comparó el resultado que logró la Universidad versus el lote de la finca convencional y la respuesta fue que el banano tenía mayor consistencia, mejor color y por lo tanto mejor calidad. Así la fruta se exporta a Japón, Estados Unidos, Europa… sin ningún inconveniente.
La tercera edición de Premios Latinoamérica Verde 2016 invitó a esta institución a ser parte de su exposición de proyectos. La Universidad Católica de Santiago de Guayaquil se ubicó en el ranking 216 de los 1.407 proyectos presentados y fue designada a formar parte de los 500 mejores proyectos de la región en la categoría Biodiversidad y conservación del ambiente. Esta iniciativa contó con la participación de 25 países y 513 ciudades. Dada la convocatoria, que permite hacer propuestas y conservar la biodiversidad, para evitar los niveles de contaminación del planeta se participó con este proyecto que se puede replicar a escala.
Reproducción en medio de cultivo del hongo Micosphaerella fijiensis (Agente causal de la sigatoka negra) para aplicar el ozono y observar el efecto que causa el ozono al micelio del hongo. En el laboratorio el doctor Ángel Llerena
En las bananeras del país se aplican entre 16 y 18 ciclos de fumigación al año. Pero en Centro América la cifra se duplica a 26 y 32 ciclos en le mismo periodo. Al aplicar esta técnica, el beneficio no queda solo en Ecuador, sino que puede ser replicada a los otros países productores de banano. Finalmente, la Universidad -a través de este proyecto- ocupó el puesto 22 en esta categoría.
El aval y el financiamiento para esta investigación parte de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, que está tramitando la patente, que es el servicio que la academia brinda a la comunidad. Será ofrecido a un costo módico para las pequeños y medianos productores.
En lo económico, al usar el ozono le reduce al productor un 40% del costo en relación al uso de químicos. Por ejemplo, fumigar una hectárea de banano por una vez cuesta alrededor de USD 70, a eso hay que multiplicarle por las 18 veces que se debe realizar esta operación por los ciclos propios de la fruta. Si tiene 10 hectárea el costo sube exponencialmente. En cambio, con este sistema de ozono, el ahorro es del 60% en toda la producción.
Otra de las ventajas que tiene el ozono es que se diluye en 45 minutos y vuelve a ser oxígeno normal, pues se trata de un gas. Es decir, lo aplica, afecta al hongo y se desvanece en el aire. Frente a los químicos, la ventaja es que la fruta sale más consistente y tiene mayor durabilidad. Por ejemplo, un banano con la fumigación normal se madura en 21 días, con ozono trata hasta unos 42 días.
Como académico investigador tengo una experiencia de más de 15 años donde se han desarrollado muchos proyectos, pero ‘El uso del ozono para el control de la sigatoka en las plantaciones de banano’ ha sido el de mayor connotación por lo que significa evitar altos niveles de contaminación a escala global y ser un producto que se cultiva a nivel mundial por lo tanto el beneficio será para todos los países donde se cultive banano.
De hecho, en la misma finca en la que se trabaja, el proyecto se ha ampliado a otros productos como el cacao y los resultados son favorables. Ahí se combate la monilla y se obtiene una mazorca de cacao limpia de químicos.