Es como si el referéndum nunca hubiera existido, tras la ceremonia de Cartagena. No importa que el No al acuerdo de paz con las FARC hubiera ganado por 53.894 votos. Después de eso simplemente las FARC y el Gobierno de Juan Manuel Santos volvieron a negociar y ahora firmaran un nuevo acuerdo que ya no irá a referéndum. En un acto en el teatro Colón, con capacidad para 754 personas, en el centro de Bogotá.
Es un nuevo acuerdo que se supone tiene 190 ajustes y que será firmado 52 días después del fiasco con el referéndum, entre Timochenko y Juan Manuel Santos. Entonces, ¿para qué fue el referéndum? ¿A qué se comprometen ahora las FARC? ¿Dónde quedan los que votaron por el No?
Hoy en día hasta ya hay gente que recomienda a Hillary Clinton pedir el recuento de votos para desconocer su derrota ante Donald Trump, porque parece que cuando alguien políticamente incorrecto pierde lo más sensato es desconocer las urnas. Pasó también con el Brexit en Gran Bretaña. Ahora con el acuerdo de paz en Colombia.
Nadie duda de que la paz es lo más deseable siempre. Que terminar con 50 años de guerra es un alivio no solo para el Estado y los grupos armados irregulares, sino para los ciudadanos de a pie. ¿Pero un acuerdo firmado a espaldas de lo que esos ciudadanos decidieron en el referéndum garantizará una paz duradera? ¿Permitirá cerrar las heridas del pasado? Es bastante difícil saberlo, pero algo hizo mal el Gobierno de Santos tras el fin de las negociaciones y ahora es complicado adelantar si el nuevo acuerdo alcanzará para lograr la reconciliación de un país.