La selección de Ecuador volvió a ser el equipo dinámico, agresivo y arrollador de 2015; asfixió a los volantes y defensas de Chile, el actual bicampeón de América que llegó con todas sus estrellas. Fue a todas luces superior al recuperar el brilló que la puso en los primeros lugares de la Eliminatoria al Mundial. Un aplauso por eso.
De ahí que sus jugadores son ejemplo a seguir en miles de niños; son elevados a la categoría de héroes en ese imaginario y por eso, precisamente, sorprende la actitud del jugador Enner Valencia que ha mantenido un juicio de alimentos por el que casi es detenido.
La estrella de la selección, que juega en el fútbol europeo con bastante solvencia, no solo ha tratado de evitar la acción de la justicia durante los últimos días de los entrenamientos, sino que ha protagonizado un escape más que bochornoso para él y toda la selección.
El jugador salió en camilla y con oxígeno casi al final del segundo tiempo, perseguido por un grupo de policías que desconocían que ya en el sitio web de la Función Judicial no estaba vigente la orden de detención contra él por no haber pagado la pensión alimenticia para su hija mayor.
Un hecho bochornoso y un pésimo ejemplo para quienes admiran al jugador.