Las mujeres se vistieron de negro, pintaron carteles, tomaron las calles, cantaron. La impaciencia y el hartazgo ante el horror de los femicidios cotidianos las volvieron a reunir en el grito terminal de ¡Ni una menos, vivas nos queremos! Ya hubo dos marchas multitudinarias y los asesinatos siguen, destaca diario Clarín.
Las mujeres volvieron a decir basta y armaron la primera huelga de mujeres en Latinoamérica. En Buenos Aires, las mujeres caminaron desde el Obelisco hasta la Plaza de Mayo, que quedó desbordada a pesar de la lluvia, del viento con leyendas que decían: “No quiero caminar con miedo, quiero andar tranquila pensando que nadie me hará daño”. “No nos maten más”. “Somos el grito de las que no tienen voz”. “Tocan a una y saltamos todas”. “Juntas somos infinitas”.
La manifestación se organizó tras la violación, tortura y asesinato de la adolescente marplatense Lucía Pérez, de 16 años, quien murió la semana pasada. Marta Montero, la madre de la adolescente, destacó que el paro y manifestaciones de sirven para reclamar justicia y para que no haya más Lucías, según diario La Nación.
“Cuántas Lucías hay, y no se ha hecho nada“, dijo. En tanto, el hermano de la chica, Matías, agradeció el apoyo que recibió la familia. “Apoyamos toda marcha o movilización que sea por las víctimas de femicidios, pero no con banderías políticas, porque la única voz que hay que plantar es la voz de las víctimas”, dijo.
Lucía fue asesinada tras ser sometida a una agresión sexual inhumana, según indicaron peritos del caso: la drogaron, la violaron, la empalaron y la dejaron en una guardia simulando una sobredosis diez días atrás. Hay un femicidio cada 30 horas en Argentina, dice Clarín.
La organización Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumalá) informó en su cuenta de la red social Facebook que se perpetraron “226 femicidios en lo que va del año”. Y reportó “19 mujeres muertas por violencia machista en octubre”.
“Un aplauso para nosotras mismas”, dijo una de las organizadoras cuando ya eran más de las siete de la tarde y la plaza eran un enjambre. Para ellas, había 100 mil mujeres, para la Policía, fueron unas 25 mil. Como sea, las mujeres salieron a las calles sin pedir permiso: el paro y la movilización se replicó en varios países latinoamericanos. (I)