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La Agricultura urbana: una práctica sostenible para las ciudades modernas

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A partir del año 2005, la FAO reportó que más del 51% de la población a nivel mundial vive en las grandes ciudades y el porcentaje restante, en las zonas rurales, dedicada a diferentes actividades, entre las cuales, no necesariamente están la agricultura o ganadería. A este proceso se le denomina ‘Urbanización’ y el Ecuador no es la excepción. Es por ello que la migración campo-ciudad se expresa en una esfera de “Nueva Ruralidad” que deriva en formas de expresión que ponen de manifiesto parte de la cultura productiva que traen consigo las personas: el cultivo de plantas medicinales en sus casas para el tratamiento de las dolencias o el criar aves de traspatio, son por ejemplo un muestra de la conservación de ese saber ancestral. Aquí subyace la Agricultura Urbana.

La Agricultura Urbana (AU) y Agricultura Periurbana (APU), son modelos de desarrollo endógeno que permiten la producción de alimentos de origen vegetal y animal dentro y alrededor de centros de asentamiento poblacional. Es una expresión de la agricultura sostenible: aquella que se preocupa de armonizar los criterios económico – social – ambiental en el entorno; es una derivación aterrizada de forma contemporánea que trabaja en el concepto de “acercar los alimentos a la población”, con la finalidad de evitar la adición de costos de transporte a los productos y la necesidad de generación de vegetales de consumo fresco más sanos e innocuos. Junto con la Agricultura Familiar es una forma de expresión de la nueva ruralidad en la sociedad, que hace un abordaje productivo sin el uso de agroquímicos, reciclando los materiales y reutilizando los desechos, optimizando los recursos de espacio, tiempo, mano de obra y recurso económico.

No se pude afirmar que el futuro de las ciudades dependería de la Agricultura Urbana o la Aagricultura Periurbana, sin embargo, es claro que en breve, los asentamientos urbanos y las grandes urbes requerirán de la adopción e implementación de estrategias conducentes a un cambio de cultura ciudadana armonizada con la sostenibilidad a nivel generacional en las personas que  pongan de manifiesto, mecanismos de interacción sostenibles entre el ambiente, la infraestructura y las personas: es decir, formas que permitan que los ecosistemas urbanos sean más equilibrados y le brinden a las personas la posibilidad de alcanzar el buen vivir que fomenta el Estado ecuatoriano, lo que se traduciría en el habitad sustentable en nuestras ciudades.

La AU y APU emulan sistemas de agroproducción que brindan la posibilidad de articularse a ese habitad sustentable, ya que se aprovechan espacios ociosos, ayudando a reducir el calor a la vez que promueven la biodiversidad de aves canoras y mariposas que son atraídas a los espacios verdes recreados por el ser humano, en los cuales se producen hortalizas de consumo fresco tales como tomates, pimientos, cebollas, lechugas y plantas medicinales a bajo costos para sus consumidores y ayudando a reducir el impacto ambiental en las ciudades.

Existen evidencias de múltiples emprendimientos en materia de AU en las grandes ciudades del Ecuador; ejemplos como el Proyecto de Agricultura Urbana Participativa (Agrupar) en Quito, Programa de Agricultura Urbana (PAU) en Cuenca y Zumar en Guayaquil, además del Programa de Agricultura Orgánica (PAO) del Consejo Provincial del Guayas, han sido icónicos en tales territorios y han servido para capacitar a una gran cantidad de personas. Es necesario continuar con ésta estrategia de trabajo e ir valorando el grado de empoderamiento que están teniendo los participantes de los eventos de capacitación.

Hace falta más trabajo en materia de AU para difundir los beneficios aparejados del trabajo asociado a la agroproducción, en especial las posibilidades que le reportaría a la seguridad y soberanía alimentaria de la población. Asimismo, mejoraría la gobernabilidad y la participación ciudadana entorno a una actividad promisoria que beneficia entorno a los ejes académico, científico, técnico, tecnológico, social, ambiental, económico, multicultural, de inclusión, de gobernabilidad y contemporáneo.

Entre los aspectos de importancia que tiene la AU se pueden argumentar los siguientes:

Entre los compromisos a adquirir por parte de quienes asumen los liderazgos comunitarios estarían los siguientes:

Se recomienda realizar el curso gratuito de la FAO: Agricultura Urbana y Periurbana como herramienta para la seguridad alimentaria y la lucha contra el hambre a nivel municipal.

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