El Premio Nobel de la Paz para el presidente colombiano Juan Manuel Santos es un justo reconocimiento al trabajo que ha hecho. Él ha dedicado más años a este tema que presidentes como Andrés Pastrana o Álvaro Uribe que también han buscado la paz, pero desde ópticas distintas.
El Premio Nobel de la Paz viene bien sobre todo para el pueblo colombiano que ha soportado 50 años de guerra y de guerrillas. Es un reconocimiento a la gente que ha sido afectada por esa guerra, por sus familiares que desaparecieron, por las propiedades que perdieron, por la angustia de no gozar plenamente su libertad, por sus derechos humanos pisoteados…
Está claro que Colombia y el mundo quieren la paz y por eso este proceso (diálogos de paz) ha recibido el apoyo internacional en todos lados, tanto de los que están a un lado de la acera como los que están a otro lado de la acera. Así de claro es el deseo de paz de los colombianos.
Los que votaron por el sí al acuerdo de paz negociado en La Habana y los que votaron no, quieren la paz. El mensaje del plebiscito es que de por medio hay temas sensibles; hay una decisión, aunque sea por 50 mil votos, de no acoger todo el texto negociado. Porque lo que está en discusión no es la paz, sino el texto negociado y la forma como se lo firmó.
Uribe, por ejemplo, lo que ha pedido es un ajuste al acuerdo. Hasta donde yo entiendo, lo que plantean los que votaron por el no al acuerdo firmado es el perdón total y la amnistía general a los rasos, pero no todos pueden tener una inmunidad total, sobre todo los jefes de las FARC, los que ordenaron las matanzas e hicieron efectivas las matanzas.
Hay también un rechazo en entrelíneas a que ahora los guerrilleros y sobre todo los jefes de las FARC puedan participar en la política. Porque son los jefes y no los soldados rasos los que van a querer intervenir en la política. Es en ese tema en el que se plantea cambios en los acuerdos.
Pero el Nobel de la Paz es un justo reconocimiento a Santos por haber conseguido firmar un acuerdo que fue sometido a una consulta para que sea el pueblo el que diga en definitiva si estaba de acuerdo.
Así que no ha habido un rechazo a la paz ni mucho menos. A un acuerdo de paz sí, no a algunas líneas del contenido. Estoy de acuerdo con la paz, pero no estoy de acuerdo íntegramente con el texto de la paz. Ese fue el espíritu del resultado de la consulta. Repito nuevamente, bienvenida la paz, bienvenido el acuerdo, pero el aspecto del contenido de la paz no. Y de ahí que es justo el Premio Nobel de la Paz para Juan Manuel Santos.