Dario Fo, premio Nobel de Literatura en 1997, ha muerto aquejado de una insuficiencia respiratoria en el hospital de Milán. En marzo pasado había cumplido 90 años sin perder la pasión por el teatro, la pintura, la escritura y el activismo que lo llevó a convertirse en referente moral de una izquierda italiana que, según lamentaba, murió el día “en que se casó estúpidamente con el poder”.
El Nobel de Literatura ha terminado sus días siendo un crítico del poder al que atacó con fuerza desde su taller de Milán al que acudía todos los días para transmitir su sabiduría a un grupo de jóvenes artistas. “Solo me interesa trabajar con los jóvenes. Dar ejemplo. Eso es lo más importante”.
Fo estudió en la Academia de Bellas Artes de Milán, pero enseguida orientó su vida al teatro, entrando a trabajar en la RAI –la televisión pública italiana—como autor y actor de textos satíricos. Desde 1968, en compañía de Franca Rame, que murió en 2013, su compañera de vida y de carrera artística, y de Massimo de Vita, Vittorio Franceschi y Nanni Ricordi, fundó el grupo teatral Nueva Scena, con la intención de recuperar los valores sociales del teatro.
Su carrera estuvo consagrada a un teatro político y satírico para narrar los problemas de la sociedad de su tiempo. Durante su larga trayectoria ha publicado más de cien obras teatrales, que él mismo interpretaba y numerosos libros. Fue un juglar, un maestro de la sátira. Mistero Buffo fue su obra maestra, donde interpretaba él solo multitud de personajes y mostraba unas grandes dotes de mímica.
Hasta el último momento se había lamentado que Silvio Berlusconi no hubiera ido a parar a la cárcel. “Todo es un juego. El juego de la falsa democracia. La gente de Berlusconi sigue ahí. Y él se ha salvado. Matteo Renzi lo ha salvado de la cárcel, de algunos procesos muy peligrosos para Berlusconi porque tenían que ver con la sexualidad, con el escándalo que eso conlleva para sus bases católicas. Hoy Italia se ha convertido en una especie de polenta, todo ha sido mezclado, no hay punto de partida ni de llegada, no hay dignidad”.
El último que publicó en septiembre trataba sobre la figura del científico Charles Robert Darwin, Darwin ma siamo scimmie da parte di padre o di madre? (Darwin, ¿somos monos por parte de padre o de madre? y que contenía preguntas sobre el origen de la vida y estaba ilustrado con sus dibujos. También en el libro que publicó poco antes de cumplir 90 años, Dario e Dio (Darío y Dios, Ed.Guanda), en el que dialoga con la periodista Giuseppina Manin, el premio Nobel se interrogaba sobre la religión y la espiritualidad desde un punto de visa irónico y satírico, características que siempre han definido sus obras. (I)