La Universidad San Francisco de Quito (USFQ) a través de su continuo interés en la comunidad, lidera el proyecto de investigación e intervención la Comunidad La Punta de Veche, en Manabí, que fue una de las poblaciones de gran afectación del terremoto del 16 de abril del 2016. Para ello la institución se alió y conformó un equipo de trabajo multidisciplinario, donde la Carrera de Nutrición Humana, Corporación GPF, Cruz Roja Ecuatoriana e Investigadores de tan destacada Institución unen sus conocimientos y esfuerzos para, desde un abordaje holístico, crear e implementar estrategias que ayudarán a la reconstrucción de esta zona.
Estudiar las condiciones ambientales que se relacionan con el estado nutricional de las personas que habitan en la Punta de Veche, es el objetivo primario del equipo. Para ello se está evaluando la calidad del agua que se dispone en la comunidad, la calidad e inseguridad alimentaria de sus habitantes, así como también la prevalencia de parasitosis y anemia. En ese sentido, se está estudiado el estado nutricional por antropometría en la población, el tipo de alimentos que consumen, el agua que beben y las condiciones ambientales en las que se desarrollan.
La idea nace después de que una de las docentes de la Escuela de Salud Pública de la Universidad, se dirigió a la zona del desastre con un grupo de compañeros de la Universidad y percibieron como las comunidades de los alrededores de Pedernales no recibían ayuda a pesar de estar severamente afectadas. La Punta de Veche, es una comunidad al igual que otras de la zona, donde sus viviendas desaparecieron en el 70% de la población y los servicios básicos son escasos. Inmediatamente la Universidad empezó a trabajar en brigadas de ayuda y paulatinamente se realizaron actividades que abordaron a toda la comunidad.
Inicialmente la Universidad a través de un grupo de profesores y estudiantes de distintas carreras fueron organizados por la Escuela de Salud Pública, para crear brigadas de apoyo a través de salidas de tres días en donde se trabajaba en distintas actividades programadas previamente. Se formaron equipos de trabajo con niños especialmente, en temas como nutrición, educación sexual y en algunos casos se organizaron actividades con los locatarios para hacer limpieza y retiro de escombros y reorganización de la escuela que se derrumbó completamente.
A raíz de ello se generó la idea de hacer un proyecto de investigación centrado en estudiar el factor ambiental que está afectando a la gente de la zona.
En el lugar se trabajó en brigadas cada tres semanas. Hasta el momento se ha dado atención a personas de todas las edades. Los problemas que tienen son de complejidad. La comunidad no dispone de agua segura. Obtienen agua de un río donde lavan a los animales, su ropa y se bañan. El agua recogida del río es trasladada en tambores plásticos en burros hasta sus hogares. Existen 136 familias en promedio y cada casa está constituido por una o varias familias, en promedio, una familia se compone de siete personas.
Se ha podido detectar que prevalencia de anemia es severa en sus habitantes, en especial en los niños y madres embarazadas. La parasitosis prácticamente está dada en todos sus habitantes.
La Universidad San Francisco a través de docentes de la carrera de Nutrición y Microbiología, al trabajar con Corporación CPF y Cruz Roja Ecuatoriana, y actualmente Ingenieros sin Fronteras, lo que busca es canalizar los esfuerzas de estas instituciones en uno solo, con la finalidad de mejorar la calidad de vida de los habitantes de la comunidad a través de buscar la posibilidad de canalizar la entrega de agua, letrinas sanitarias, apoyo para mejorar las condiciones laborales, etc.
Es así como hasta el momento se han realizado las gestiones con los entes respectivos como Empresa de Agua potable y Alcantarillado de esta provincia, para dotar de agua potable a la población.
En este proyecto de vinculación con la comunidad ponemos no sólo los conocimientos científicos, sino todo nuestro espíritu solidario como entes del área de salud. Es parte de nuestra responsabilidad como docentes, como científicos, como seres humanos, por lo que todos damos lo mejor de nosotros y estamos seguros que lograremos salir adelante junto con la comunidad.