El sepelio organizado en Jerusalén logró lo que que muchos líderes del mundo no habían conseguido en más de seis años: que el primer ministro, Benjamín Netanyahu, estrechara en Israel la mano del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, presente en el cementerio nacional del monte Herzl.
Netanyahu y Abas se estrecharon la mano antes del funeral del expresidente israelí Shimon Peres en Jerusalén. Abas y Netanyahu se hablaron brevemente bajo una carpa instalada para acoger a los dirigentes llegados del extranjero.
Video: PM Netanyahu meets PA President Abbas at the funeral of Israel’s ninth President, #ShimonPeres. pic.twitter.com/CQW3k7fRGh
— Ofir Gendelman (@ofirgendelman) 30 de septiembre de 2016
Después de la ruptura de las negociaciones israelo-palestinas en abril de 2014, la imagen del saludo entre ambos dirigentes parecía difícil de repetirse. La ceremonia, transformada en un cónclave internacional al que asistieron dignatarios de unos 70 países en homenaje a Peres, fue el mejor escenario que el presidente fallecido a los 93 años pudo legar para el reencuentro de Abbas con Netanyahu, dice diario El País.
“Estoy encantado de verle, hacía tiempo“, dijo Abas al jefe del gobierno israelí, antes de saludar a su esposa Sara Netanyahu, según un vídeo difundido por el portavoz del primer ministro. Ellos no habían saludado desde la cumbre sobre el clima de París, hace casi un año. Y la presencia de Abas en Jerusalén es algo que no acontecía desde hacía años. De hecho el presidente palestino necesitó un acuerdo especial de los israelíes.
Abas, que llegó acompañado por el número dos de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y del jefe de los servicios de seguridad palestinos, calificó a Peres de “socio para la paz de los valientes.” El movimiento islamista Hamas, en el poder en la Franja de Gaza, lo tachó en cambio de “criminal” y buena parte de la población palestina piensa otro tanto.
Ningún presidente árabe ha asistido, pero Egipto, uno de los dos países árabes en haber firmado la paz con Israel, envió a su ministro de Relaciones Exteriores. (I)