Al realizar el análisis económico de la marcha de cualquier economía siempre hay que realizar una precisión: existen al menos tres cifras que marcan la evolución del PIB y no precisamente son iguales, incluso pueden subir, bajar o viceversa, no necesariamente las tres van en la misma dirección.
a) La una es la evolución trimestre tras trimestre del PIB (Producto Interno Bruto), ahí lo que se compara es cada trimestre con el trimestre anterior (a esta cifra se le llama T/ T-1).
b) La segunda cifra es el trimestre actual frente al mismo trimestre de un año atrás (se le llama T/T-4, que quiere decir cuatro trimestres atrás, un año).
c) La tercera cifra es la variación anual del PIB, esta es en realidad un promedio del año en curso, frente al promedio del año anterior.
Un ejemplo de esto es que en el 2015 hubo tres trimestres negativos y uno positivo (en términos de comparación con el trimestre anterior). Sin embargo, cuando sale el PIB del 2015 frente al PIB del 2014 aparece un crecimiento de 0,3%. Esto puede sorprender porque siendo casi todo el año malo, el promedio fue positivo, pero es porque hablamos de indicadores diferentes.
En el 2016, el primer trimestre comparado con el trimestre anterior fue -1,9%, si se compara con un año atrás fue -3% y cuando se dice que el año 2016 va a ser negativo es que el promedio del 2016 será inferior al promedio del 2015. En este aspecto, la Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) dice que la cifra será de -2,5% , el FMI (Fondo Monetario Internacional) por su parte señala que será de -4.5%. La mayor parte de proyecciones del crecimiento económico para el 2016 fluctúan entre estas dos últimas cifras. Las proyecciones oficiales no existen aún; un momento dado el gobierno esperaba un reajuste del presupuesto para proyectar las cifras, luego dijo que por el tema del terremoto se debe hacer reajustes, sin embargo estamos a cuatro meses de que se acabe el año y no se hacen públicas estas cifras.
Se dice que el 2017 será igual y tendrá una caída entre el 3% o 4%. El propio FMI avizora una cifra negativa de 4.5%. Es decir que entre el 2016 y 2017 en conjunto sumaremos una caída del 6% o 7% de la economía. A lo cual hay que sumar una caída del conjunto de precios del 15% cada año, con lo cual el PIB realmente disminuirá entre 7% y 9%.
Los factores que podrían hacer que este escenario cambie y sea quizá mejore, están dados por:
1. Los precios del petróleo. En el 2015 el precio promedio del crudo de Ecuador fue de USD 42, este año el promedio hasta agosto está en unos USD 30. Si bien es cierto que el petróleo tuvo unos meses buenos desde mayo, cuando el precio internacional del barril llegó a USD 51 (a eso hay que restarle el castigo al crudo de Ecuador de USD 7 u USD 8). Pero hace unos día el precio internacional llegó a USD 39. Probablemente el promedio de este año esté en USD 35, eso quiere decir que el petróleo sigue impactando negativamente y se avizora un promedio inferior al año anterior. Lo más probable es que el próximo año el precio del crudo ecuatoriano esté entre USD 30 y USD 40. Razonablemente el precio del crudo no va a ayudar mucho, pero ya no tendrá un impacto adicional negativo.
2. El sistema bancario. Los depósitos y el crédito han dejado de caer, se han recuperado y eso es mucho mejor que lo que pasaba a principios de año donde la cifra estaba cayendo. Ahora, al estabilizarse y recuperarse, ya es una mejor opción. Incluso la banca ha anunciado que para el segundo semestre de este año tiene un programa para inyectar más crédito. También en eso hay que poner las cosas en perspectiva, pues cuando la banca dice que se van a dar USD 10.000 millones adicionales de crédito, no nos está diciendo que va a recuperar USD 9.000 millones, entonces el neto de aumento del crédito va a ser de unos USD 1.000 millones. Obviamente es mejor ese aumento, que una disminución. Esa sí es una noticia positiva aunque habrá que ver si hay demanda.
3. Concesiones al sector privado. Aunque es una decisión un poco tardía, porque debió darse hace ocho años, sí es un hecho interesante que el gobierno entregue concesiones al sector privado. Hace poco se firmaron concesiones de carreteras, por ejemplo el tramo Huaquillas-Machala donde participa un grupo colombiano; la otra carretera es Machala-Guayaquil; una siguiente es Santo Domingo-Esmeraldas, etc. Además las concesiones de los puertos: Posorja, Manta y Bolívar. Este último entregado a un grupo turco; el Puerto de Posorja a un grupo catarí y Manta aún no se sabe. De concretarse estas inversiones es un paquete no despreciable, que en realidad estaría remplazando a la inversión pública. No se trata de una inversión adicional a la antes realizada, sino que sería un capital que remplace al que inyectaba el gobierno. Esto ayuda pero no es un cambio radical.
En conclusión el precio del petróleo no va a aportar mucho, pero en todo caso al parecer no va a caer más; la banca aporta recursos; las inversiones vía concesiones son un plus.
En el lado negativo tenemos:
1 La inversión privada sigue cayendo, en este momento los empresarios no se arriesgan a invertir por muchas razones y ahí se incluye la incertidumbre política del año próximo.
2 El consumidor representa más del 60% en la economía. El consumo de los hogares también está cayendo por la desconfianza de la gente, por el desempleo. La caída de la inversión y del consumo privado no son compensadas por todo lo señalado anteriormente.
3 El índice de expectativas que presenta el Banco Central del Ecuador ha venido cayendo desde hace un año. Eso quiere decir que las malas noticias pesan más que las buenas, por eso en general se proyecta que este año y el próximo van a tener caídas.
El 2014, el último año bueno, el PIB estuvo en USD 101.000 millones y el gobierno, las empresas privadas y los consumidores miraban en ese año una economía positiva y se proyectaron un PIB superior de quizás unos USD 107.000 millones. Esta tendencia se corta cuando la caída del precio del petróleo y el fortalecimiento del dólar impactan a una economía debilitada en sus estructuras por muchas acciones negativas del gobierno y ahora tendemos hacia un PIB de USD 90.000 millones.
Ahora, se podría pensar que el 2017, con un nuevo gobierno las cosas mejoren. Sin embargo la posesión es el 24 de mayo, cuando ya se ha avanzado medio año y hasta tomar decisiones que generen resultados ya se estará cerca el 2018.
Los errores cometidos estos años alrededor del espejismo petrolero, pasan factura.