Irina Shayk y Bradley Cooper acudieron este domingo a la final de Wimbledon en Londres. Y allí, en medio de la grada, protagonizaron un comentado momento con tintes de pelea. No hubo palabras, solo gestos. Shayk, vestida de negro, se secó las lágrimas y miró hacia el otro lado; mientras que Cooper la miró esbozando una pequeña sonrisa como si estuviese intentando arreglar las cosas. Pero ella se cerró, aparentemente, los rumores de crisis no han parado de crecer.
Ese momento tuvo lugar ante los miles de aficionados de Wimbledon, todos armados con smartphones y todos dispuestos a inmortalizar la supuestas riña y compartirla en Twitter. Los usuarios de esta red social hablan del castig de Shayk a Cooper y hacen bromas de lo que vendrá después.
La pelea no ha sido confirmada y mientras en Twitter se habla de crisis, incluyendo posibles causas como la lectura de un libro al revés, otros medios como la web de cotilleos TMZ señalan que las lágrimas de Shayk fueron motivadas por su alergia al polen. En ese mismo medio, apuntan a que el momento en que Cooper se acerca a la modelo no era para solucionar la crisis, sino para hablar con el extenista Stefan Edberg, sentado justo al lado de Shayk pero no enfocado por las cámaras. (I)
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