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Alton Sterling y Philando Castile, las dos últimas víctimas negras de la policía de Estados Unidos

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Alton Sterling y Philando Castile son dos nuevos nombres en la extensa lista de hombres negros muertos a mano de la policía de Estados Unidos, cuyos asesinatos han sido documentados por días grabados desde teléfonos móviles. Sus crímenes han desencadenado nuevas protestas en Luisiana y Minessota contra el racismo.

Alton Sterling falleció por los disparos de dos policías blancos la madrugada del martes en Luisiana. En un video se ve Sterling tirado en el piso, boca arriba, sometido por dos agentes. Uno de ellos le dispara y cuando la cámara se empieza a alejar de la confrontación y deja de enfocar a Sterling y los policías se escuchan más disparos.

A Philando Castile, quien se encontraba en Minnesota, le dispararon el miércoles cuando estaba dentro de su automóvil, según dice su novia en un video que transmitió vía Facebook Live durante el incidente. La mujer aparece sentada en el puesto de copiloto, al lado de la víctima, quien se ve con la camisa ensangrentada y con el cinturón de seguridad puesto.

 

De acuerdo con la novia de Castile, el hombre le había dicho al policía que lo detuvo que tenía una licencia para portar un arma oculta y que tenía una con él.

El noticiero 9News informó que Sterling tenía un largo historial criminal que incluía agresiones, drogas y cargos de robo. Asegura que fue arrestado en 2009 por resistirse a la autoridad y llevar ilegalmente un arma. Pero su hermana, Lorna Sterling, indicó que su hermano había tratado de ganarse la vida tras su última condena en 2011.

“Están tratando de ensuciar la imagen de un hombre que nada más trataba de ganarse la vida para proveer para sus hijos”, dijo McMillon, según declaraciones recogidas por USA Today.

Philando Castile tenía 32 años y trabajó por más de 10 años en la cafetería de la escuela J.J Hill Montessori Magnet para niños de entre 12 y 15 años. Según su tío, quien conversó con el periódico estadounidense Star Tribune, se encargaba de cocinarle a los pequeños. Era un buen chico, dijo Clarence Castile, quien añadió que su sobrino había crecido en San Paul.

En su página web, Clarence publicó el comentario hecho por Divar Kemp, un obispo de Minnesota, quien escribió que Philando Castile era “un hombre genuino que fue asesinado porque obedeció lo que el oficial le había pedido”. En conversación con el mismo medio de comunicación, Antonio Johnson, primo de Philando dijo que se había graduado de bachiller con honores en la secundaria St Paul Central.

La agencia de noticias AP detallaba que en los registros judiciales de Philando Castile aparecen delitos menores relacionados con conducción.
Y en conversación con la cadena estadounidense CNN, la madre de Castile dijo que temía que nunca fuera a conocer toda la verdad de lo que pasó. Valerie Castile dijo que en la crianza de sus hijos les había hecho hincapié que, para sobrevivir, debían hacer lo que las autoridades les dijeran.

“Conozco a mi hijo. Sabemos que hay negros que han sido asesinados. Yo siempre les digo: sea lo que sea que estés haciendo cuando la policía te pare, obedece, obedece, obedece”, indicó la madre, según BBC. (I)

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