La ex candidata presidencial peruana Keiko Fujimori admitiósu derrota en los comicios del pasado domingo, le deseó suerte al ganador, Pedro Pablo Kuczynski, y prometió una “oposición responsable” para el próximo quinquenio.
En su sede de campaña, Fujimori calificó de confusas las cifras entregadas el jueves por la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), pero, advirtió, “los aceptamos democráticamente”. La hija del encarcelado ex presidente Alberto Fujimori atribuyó la derrota a una “campaña de odio” que, según ella, lanzaron en su contra “el poder político, representado en el actual Gobierno; el poder económico y el poder mediático”.
Esos sectores, aseguró Fujimori, “promovieron el enfrentamiento entre peruanos y sembraron odios y fanatismos”.
Fujimori, de 41 años, estuvo flanqueada por su esposo, Mark Vito Villanella, y su ex candidato a vicepresidente, José Chlimper, mientras atrás permanecían de pie casi todos los 73 parlamentarios electos por su partido de derecha radical Fuerza Popular.
El discurso fue leído y la oradora lució serena e imperturbable. Al anunciar la “oposición responsable”, la excandidata afirmó que sus representantes en el Congreso lucharán por los intereses de “los más de ocho y medio de millones de peruanos” que votaron por ella y enfrentarán a “los lobbis y la gran empresa”, dos sectores con que se suele vincular a Kuczynski, un liberal de derecha.
“Tengo un compromiso con mi país y aquí me quedo. Fuerza Popular, el partido más grande del Perú, va más allá de una elección -dijo la líder derechista-. En estos años, se sabrá más aún de la presencia política de nuestro partido”, sentenció.
Los analistas coinciden en que la derrota de Fujimori no fue solo por Kuczynski y su propuesta liberal, sino por sectores de izquierda, centro y derecha moderada que se le unieron para evitar el regreso de un sector vinculado por antecedentes a corrupción y atropellos. (I)