¡Es la hora, es la hora! de atender, al unísono, lo social y lo económico

¡Es la hora! de dejar a un lado el cumplimiento único y parcializado de ofrecimientos a determinados grupos del poder económico y político que, desde una visión del comesolito, solo quieren que se gobierne para ellos y no para los más de 18 millones de ecuatorianos que tienen una canasta grande de necesidades insatisfechas olvidadas